martes, 13 de marzo de 2012

En el camino, Jack Kerouak


Con el paso del tiempo, "En el camino", un libro que fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana. Con un inconfundible estilo bop, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», en esta novela se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty el mítico hipster, el héroe de todos los beatniks, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York. Alco- hol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo stablishment. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg, William Burroughs.

En En el camino, Jack Kerouak nos cuenta, a través de su alter ego Sal Paradise, los viajes que le llevaron a recorres EEUU y Méjico. Considerada la biblia de la generación beat, se ha convertido con el tiempo en un libro de culto. En el libro, a parte del personaje de Paradise, el resto también tiene su correspondiente real, destacando entre todos ellos el de Dean Moriarty por su personalidad, porque el resto más bien pintan poco o nada y aparecen y desaparecen como a Kerouak le da la gana.

Durante esos viajes, Paradise intenta encontrar su identidad, rebelarse contra lo establecido y todas esas pijadas que se llevaban en los 50 y que más tarde desembocarían en el movimiento hippie, con el amor libre y todo eso; pero, en realidad, no son más que una panda de niños pijos que con la excusa de lo transcendental y lo filosófico se ponían hasta el culo de droga y se follaban hasta al perro de la vecina (eso sí, con propósito de tener una experiencia única y poder reflexionar sobre su significado). Ahora todos esos no pasarían más que de ser una panda de frikis.

Pero, además, a parte de todo eso, es que es uno de los libros más soporíferos que he leído en mi vida, en el que no pasa absolutamente nada. Si digo que lo más interesante del libro es que los paran para ponerles una multa, no miento. Llegó un momento en el que ya ni sabía donde estaban ni quien estaba. Lento, monótono y simple, no entiendo como este libro pudo provocar una especie de revolución en la sociedad americana. Creo que demuestra lo imbéciles que pudieron llegar a ser.

No me llamaron la atención los viajes en sí, en los que esperaba algo más, ni sus personajes, ni la filosofía que Kerouak intenta (digo intentan porque no lo consiguen) transmitir a través de ellos. En definitiva, un libro para mentes imberbes que seguro que descubren en él un modo de vida extremo y radical que imitar y completamente desfasada en nuestro tiempo. Pero de todo tiene que haber en este mundo.