jueves, 28 de junio de 2012

Sartoris, William Faulkner

Pocos años antes de su muerte, el propio William Faulkner recomendaba esta novela como aquella por la que debía empezar quien se acercara por primera vez a su obra. «He concebido la historia entera como un relámpago que iluminase de golpe un paisaje», declaró. La publicación de Sartoris en 1929, después de varios intentos fallidos, supuso que por fin viera la luz el mítico condado de Yoknapatawpha, escenario de muchos de sus relatos y novelas posteriores.

En Sartoris, Faulkner disecciona una clase social en decadencia a partir de una familia heredera de las tradiciones aristocráticas del Sur, a la que sólo le queda la retórica romántica, el orgullo y la autocompasión para enfrentarse a un mundo en el que ya no encuentra su sitio.

Esta ha sido mi primera aproximación a Faulkner después de leer un relato corto de título "El oso". Me ha gustado, aunque no me ha terminado de convencer. Entiendo que es de sus primeras obras y su estilo aún estaba por pulirse pero, aún así, ya apuntaba buenas maneras. En esta novela, Faulkner nos cuenta la historia de una familia sureña en decadencia, una familia acostumbrada a ser servida por negros exclavos, a tener una posición social alta, pero ahora todo eso se ha terminado aunque los miembros de la familia se empeñen en negar esa realidad. Ambientada por primera vez en el condado de Yoknapatawa, en la casa de los Sartoris existe una variedad de generaciones y estatus sociales que dará lugar a una serie de contrastes muy interesantes.

El libro está narrado como a medias pinceladas; las escenas son como bocetos en los que Faulkner nos enseña lo básico para que seamos nosotros los que nos hagamos una idea de lo que quiere transmitir. Algunas de esas escenas me han gustado mucho por la fuerza que transmiten, otras menos por parecerme demasiado lentas. Y eso es otra cosa que, a mi parecer, le he visto a la historia: los altibajos que tiene y que hace que puedas llegar a perder el hilo.

Otra cosa a destacar es que Faulkner nos cuenta las cosas de tal forma que, en ocasiones, da la impresión de que te has saltado algo, de que deberías recordar algo que ha contado antes... pero en realidad no lo ha hecho. Es como si Faulkner supusiera que, nosotros como lectores, ya debemos saber ciertas cosas de la historia que nos está contando.

Quizás, lo más flojo del libro sea el final. Parece como si Faulkner quisiera terminar el libro por la vía rápida y acaba haciéndolo de manera muy precipitada.

Es un libro muy recomendable, con una historia que insinúa más de lo que cuenta y que el propio Faulkner recomienda como libro de iniciación hacia su literatura, así que quien quiera conocer a este autor ya sabe por donde comenzar.

viernes, 22 de junio de 2012

El honor perdido de Katharina Blum, Heinrich Böll

Tras acudir a una fiesta, Katharina Blum pasa la noche con unhombre al que acaba de conocer. A la mañana siguiente, Katharinadescubre que su acompañante es sospechoso de diversos delitos.A partir de entonces será acusada de ser su cómplice. La prensa,la policía y la justicia se unirán para destrozar su reputación,hasta hacer de su vida un infierno. Con un estilo que combinael informe policial y el artículo periodístico, Heinrich Böll construyeel retrato de una mujer que lucha por mantener su integridadpor encima de las convenciones sociales.

El honor perdido de Katharina Blum es una de esas pequeñas joyas de la literatura que uno encuentra de vez en cuando y que te dejan maravillado. En muy pocas páginas, Heinrich Böll logra crear una trama intensa desde el primer momento.

Con un estilo narrativo austero, sin descripciones superfluas, contando sólo los hechos de forma objetiva (basada en las declaraciones de tres personas implicadas en la investigación) y sin dar ninguna opinión sobre ellos, Böll hace una crítica despiadada hacia un tipo de prensa a la que no le importa descubrir la verdad, sino vender periódicos.

Katharina Blum, empleada doméstica en varios hogares de gente con dinero que, gracias a eso, ha alcanzado algo de notoriedad en ámbitos distinguidos, cierta noche, en una fiesta, conoce a un hombre con el que pasa la noche. Dicho hombre, un criminal buscado por la policía, aparece muerto a la mañana siguiente. De forma automática, las sospechas se centran en Katharina debido a su indiferencia ante la muerte de dicho señor y su carácter amable y simpático que hacen pensar que oculta algo.

A partir de ese punto de origen, Böll nos lleva por un mundo lleno de mentiras, tergiversaciones y acusaciones infundadas por parte de un periodista hacia Katharina Blum y todas las personas que la rodean. La historia se va complicando por momentos hasta que llega el final, que ya lo sabemos de antemano porque está contada de forma retrospectiva y, al comienzo, nos dice lo que va a suceder, aunque no los motivos ni las circunstancias.

Me gustó muchísimo. Ha sido mi primera aproximación a Böll y por eso no puedo comparar con otras novelas suyas, pero desde luego no va a ser lo último que lea de este hombre. Quizás le falte algo de sarcasmo, ser un poco más cínico pero, como he dicho antes, se limita a narrar hechos.

Aunque pueda parecer, por el argumento, que puede ser muy denso, a mí no me lo pareció y es demasiado corto para que éso sea la excusa para no leerlo.

sábado, 16 de junio de 2012

Cien años de soledad, Gabriel García Márquez

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habia de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo". Con estas palabras empieza una novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de "Cién años de Soledad" leídos en todas las lenguas y el premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso "boca a boca".

Nada más terminar de leer esta novela, uno se da cuenta de que es una de las grandes obras de la literatura universal. No sé si será la segunda mejor obra escrita en castellano, después del Quijote, como he leído en algunos sitios (algo que me parece una exageración), pero lo que sí que es cierto es que estamos ante un clásico de la literatura a pesar de los “pocos” años que tiene. De hecho, tiene tantos aspectos que comentar y se han hecho tantas interpretaciones que, escribir una reseña ligeramente original es algo imposible para mí.

Cien años de soledad es la historia de una familia y del pueblo, Macondo, que fundan. La historia de uno no se puede comprender sin la del otro. A través de siete generaciones de la familia Buendía vamos viendo cómo el pueblo se va desarrollando y va pasando por distintas épocas de la historia: el capitalismo, la guerra entre liberales y conservadores, la llegada del desarrollo,…

Pero lo que me ha parecido más interesante es la evolución de la familia Buendía. Una familia que ya desde el principio, con el matrimonio entre José Arcadio Buendía y Ursula se ve que no va a ser normal. En cada nueva generación se van repitiendo los errores de las anteriores, los nombres, las situaciones…  lo que le da a la novela un carácter de circularidad muy remarcado, hasta que sucede algo distinto que hace que la historia cambie. Otro aspecto reseñable de la historia, pero que a mí no me gustó mucho, es que pretende demostrar que el destino está escrito (en este caso literalmente en los pergaminos de Melquiades).

En la novela se mezclan aspectos trágicos, históricos, dramáticos y humorísticos con esos toques de realismo mágico (calles llenas de flores, gitanos que vuelven año tras año, ascensiones corpóreas a los cielos, maldiciones…) que, para mí, son lo mejor que tiene el libro y que tienen la facultad de sorprenderte en el momento más adecuado.

En definitiva, es un libro que todo el mundo debería leer en el que García Márquez hace gala de una gran imaginación aunando varias historias, cada cual más sorprendente y de un uso excepcional del lenguaje para transmitir esas ideas.