sábado, 18 de agosto de 2012

HHhH, Laurent Binet




HHhH gira en torno a uno de los más bellos y emocionantes episodios de la Segunda Guerra Mundial, y, muy posiblemente, de la historia de la humanidad; dos miembros de la Resistencia aterrizan en paracaídas en Praga con la misión de asesinar a Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo y cerebro de la solución final. Delatados por un traidor y acorralados por setecientos hombres de la SS, se suicidan.

A partir de un punto de partida y que es el argumento principal de la novela, como es el atentado contra Heydrich, Binet va extendiendo la trama, siempre centrada en Heydrich, para contarnos de una forma sorprendentemente amena, los principios y la evolución del nazismo, principalmente en los países del este de Europa con la invasión de Checoslovaquia.

Mis conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial y el nazismo son más bien escasos, y personajes como Heydrich ni los conocía. Ahora, gracias a este libro no puedo decir lo mismo. La documentación es fantástica y con un trabajo exhaustivo como se puede ver al leer el libro, puesto que el propio Binet nos cuenta cuales fueron sus fuentes.

Me ha gustado mucho este libro, y eso que ni el tema ni la novela histórico-real son santo de mi devoción. Pero tengo que confesar que engancha y eso es debido, muy probablemente a la forma tan amena con la que está escrito el libro, que más que ser un libro en sí es una especie de “cómo se hizo” o cómo me documenté para después escribir la novela.

Es un libro muy duro, en el que se narran asesinatos, invasiones, genocidios… pero de vez en cuando Binet nos da un poco de tregua y hace hincapié en aspectos más banales que podrían parecer frívolos comparándolos con el resto de la historia, pero que para mi gusto lo que hacen es acentuar el trabajo de investigación de Binet (y de paso criticar el de otros)

También tengo que decir que algunas partes de la novela, que se centran más en política, se me hicieron un poco aburridas, pero quitando eso, la historia de Heydrich, cómo llega a convertirse en la persona más importante del Reich, del atentado perpetrado contra él, los preparativos y la ejecución de ese atentado y las consecuencias que tuvo me parecieron muy interesantes y entretenidas. Puede que la novela pierda interés si ya conoces cómo transcurrieron los hechos y la novela pierda ese punto de intriga que tiene, pero aun así seguro que se aprenden cosas nuevas o se tiene una nueva visión de lo sucedido.

Una cosa que me pareció muy graciosa fueron las partes en que Binet critica el libro de Jonathan Little (no me acuerdo del título) por pesado, denso, lento, de dudosa documentación y, principalmente, por dar algunos datos que no tienen ninguna importancia para la historia y que son de difícil comprobación.

En definitiva, es un libro que yo recomendaría aunque no te guste el tema. Está contado de una forma amena que no requiere saber nada (o casi nada) de la época para no perderse con la historia y que hace pasar un buen rato, aunque uno acabe con un sabor agridulce al terminarlo por todas las barbaridades que se cuentan.

sábado, 4 de agosto de 2012

El capitan salió a comer y los marineros tomaron el barco, Charles Bukowski

En El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco, una metáfora del lamentable estado de la nave que nos lleva, Bukowski es más que nunca un filósofo. El libro es un diario de los últimos meses de su vida, cuajado de reflexiones hechas desde la cima de su experiencia. Todo ha cambiado para seguir igual; Bukowski vive en una casa cómoda, con piscina y jacuzzi y un buen coche en el garaje, pero la desesperación es la misma: «No sé lo que le pasará a otra gente, pero yo, cuando me agacho para ponerme los zapatos por la mañana, pienso: Ah, Dios mío, ¿y ahora qué?. Estoy jodido por la vida, no nos entendemos. Tengo que darle bocados pequeños, no engullirla toda. Es como tragar cubos de mierda. Nunca me sorprende que los manicomios y las cárceles estén llenos, y que las calles estén llenas...» Charles Bukowski conocía el único secreto que merece ser conocido: que lo único que importa es que nada tiene importancia.

Es esta una novela autobiográfica en la que Bukowski nos cuenta, a través de sus anotaciones en un diario, sus últimos meses antes de morir.  A base de las anécdotas escritas en dicho diario, vamos conociendo la parte más personal de este escritor de culto.

Encontramos a un Bukowski que ya está de vuelta de todo y para el que lo más importante es la rutina diaria (bien ejemplificada con sus visitas diarias al hipódromo, escribir y su mujer) y darle un sentido a una vida que ve como, poco a poco, se le va escapando.

Aunque nos encontremos a un Bukowski ya mayor, su estilo sigue siendo tan fresco e irreverente como en sus inicios, por lo que si esperamos encontrar algo distinto a lo habitual en él, nos vamos a llevar una decepción. Eso sí, aunque el estilo siga siendo el mismo, se nota mucho la madurez que los años y la experiencia le han dado.

Entre las anécdotas que cuenta o las reflexiones que hace hay algunas muy interesantes (otras no tanto), pero lo que más me llamó la atención es que nos encontramos a un hombre que, después de haber recibido el merecido (aunque tardío) reconocimiento, vive felizmente casado en una casa con piscina. Quizás esa sea la única forma en la que jamás me habría imaginado a este hombre.

Me pareció un libro muy interesante si te gusta Bukowski y quieres saber más de su filosofía de vida, sino entiendo que pueda ser un libro bastante aburrido. Lo bueno que tiene es que es bastante corto y, además, es muy fácil de leer.

La carretera, Cormac McCarthy

La carretera transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas de caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío «capaz de romper las rocas».

Sinceramente, cuando leí el argumento, imaginé una cosa completamente distinta a lo que me he encontrado al leer esta novela.

Las peripecias del padre y el hijo se limitan a encontrar comida, esconderse de los malos y evitar que les roben lo poco que tienen. Y eso es todo. No pasa nada que nos intrigue o nos haga querer seguir leyendo para ver que pasa. No pasa nada que le dé un poco de emoción al libro. Cada día es igual que el anterior.

Bajo este planteamiento, uno espera encontrarse una novela de aventuras, quizás algo de terror o, como mínimo un poco de acción. Pues bien, de éso, nada de nada. Las peripecias ja unas pistas para que nosotros nos hagamos una idea. Se limita a contar cómo el padre y el hijo viajan siguiento una carretera con su carrito de supermercado, intentando llegar al mar, donde piensan que encontrarán la solución a sus problemas. No sabemos cómo se ha llegado a esa situación, pero es que tampoco sabemos nada de la vida del padre y del niño o de quienes son la gente mala (y digo gente mala o los malos porque así los llama el propio McCarthy)

Los diálogos entre padre e hijo son tan ridículos, monótonos y repetitivos que, leido uno, los has leido todos. Digo yo, que para ser las únicas personas con las que podían hablar, ya podían tener conversaciones más interesantes.

Si todo fuera que yo me hice una idea equivocada al leer el argumento y que, en realidad, la novela trate sobre la relación entre un padre y su hijo y el ímpetu de aquél por salvar la vida de su vástago..., pero es que ni con esas se salva el libro. La relación padre/hijo es tan insustancial como el resto de la novela.


Por decir algo bueno de la novela, pues que la ambientación está muy bien conseguida y desde el primer momento nos hacemos una idea de un mundo triste y gris (literal y metafóricamente hablando) en el que la vida se ha vuelto casi imposible.

Pues eso, que ha sido una gran decepción. No entiendo como algunos críticos literarios pueden calificar este libro como una gran obra.