domingo, 22 de enero de 2012

En lugar seguro, Wallace Stegner

Cuando dos jóvenes parejas se conocen durante la Gran Depresión surge entre ellas una amistad que durará toda la vida. Son muchas las cosas que inicialmente comparten: Charity Lang y Sally Morgan están esperando su primer hijo, y sus maridos Sid y Larry son profesores de Literatura en la Universidad de Wisconsin, aunque su relación se va haciendo más compleja a medida que comparten décadas de lealtad, amor, fragilidad y desacuerdos.
Treinta y cuatro años más tarde del inicio de esta amistad los Morgan visitan la colonia de veraneo de sus amigos en Vermont para el que saben será su último fin de semana junto a Charity. Durante esa visita Larry rememora todos sus años de amistad: las alegrías, las penas, las ilusiones y también los sueños que quedaron por cumplir; pero por encima del relato de los hechos late una profunda reflexión sobre el amor y la amistad, sobre los intentos de cuatro personas por hacer frente a las tribulaciones de la vida.

En lugar seguro es otra de las joyas de la literatura. La verdad es que la leí hace algún tiempo y no recuerdo bien los detalles. Publicado por primera vez en 1987, en él Stegner nos narra con su magistral dominio del lenguaje una historia de amistad entre dos parejas durante los años de la Gran Depresión y que durará varias décadas.  Ahora, varios años después se reunirán todos por última vez para despedirse.

La historia está narrada a través del punto de vista de Larry y usando saltos temporales mediante los cuales nos va describiendo aquellos años al mismo tiempo que vamos conociendo más datos de los protagonistas en la actualidad. Y eso Stegner lo lleva a cabo de forma magistral, contando en cada fragmento lo necesario para que puedas comprender la personalidad de los personajes sin llegar a desvelar (hasta el momento adecuado) las diferencias en el carácter de los protagonistas entre el pasado y la actualidad.

Sid y Larry son dos profesores universitarios de literatura que coinciden en la Universidad de Wisconsin y ambos proceden de lugares distintos. Sid está casado con Charity Lang, una mujer fuerte capaz de adaptarse a las exigencias del trabajo de su marido y Larry tiene como esposa a Sally Morgan, mujer generosa aunque un poco exigente con su marido. Mientras que los Morgan son de familia acomodada, los Lang pertenecen a la clase media, lo que hace que, al principio, pueda parecer que una amistad entre ellos sea imposible; pero el carácter abierto de los Morgan elimina esta diferencia, capaces de hacer sentir a los Lang como unos miembros más de la sociedad de la que ellos forman parte sin importarles su estatus social. De hecho, creo recordar que una de las preocupaciones de Larry y Charity es que nunca van a poder compensar la generosidad que tienen los Morgan hacia ellos; pero éstos nunca les exigen nada.

Dos capítulos que recuerdo intensamente son en el que se narra la primera visita de los Lang a la casa de los Morgan (y, especialmente la descripción que hace Larry de Sid la primera vez que lo ve fuera de la Universidad) y otro donde se desarrolla una excursión al campo de los cuatro y que supone un punto de inflexión en la novela.

Ambientada en un entorno rodeado por la naturaleza (algo que me encantó)  y contada de una forma sencillamente deliciosa salpicada de reflexiones de las que te hacen pensar que atrapa a medida que vas sabiendo más cosas tanto de los personajes como de las situaciones en las que se encuentran, Stegner hace un hermoso homenaje a la amistad. A una amistad que no es perfecta, que tiene sus fisuras y en la que cada miembro aporta su granito de arena tanto en lo bueno como en lo malo. Y todo esto nos lo dice Stegner a través de los hechos, del comportamiento de sus personajes, dejando que sean éstos los que vayan definiéndose.

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