Forzados por la sequía y el acoso de los bancos, los Joad, una familia de
granjeros de la Oklahoma rural y empobrecida de los años treinta, emprenden un
atribulado éxodo a lo largo de la carretera 66 con la intención de buscar
trabajo y una vida digna en California. Si atrás dejan campos asolados por las
tormentas de polvo, en el camino sólo encuentran penuria, hambre, hostilidad en
los pueblos por los que pasan... Pero ni las advertencias de quienes regresan,
pobres y desengañados, ni la muerte y la progresiva desintegración de la
familia, bastan para que cejen en su empeño. Y, en su afán de supervivencia,
conservan la entereza y la dignidad frente a la miseria moral de quienes se
aprovechan de la miseria real. Posiblemente haya que huir del infierno para
descubrir que no existe la tierra prometida.
Las uvas de la ira es uno de esos títulos que no lo hubiese leído
nunca si no llegan a recomendármelo efusivamente. No sé por qué me tiraba para atrás.
Pero ahora, después de haberlo terminado no tengo más que palabras de
agradecimiento a la persona que me lo recomendó.
Las uvas de la ira ha sido la novela con la que he conocido
a Steinbeck y la que ha hecho que quiera seguir leyendo más cosas suyas. Es una
novela de argumento muy duro pero que Steinbeck lo narra de forma natural, sin
caer en hipérboles fáciles que harían la
historia más dramática pero que al mismo tiempo le quitarían realismo, y deja
que sean los acontecimientos los que vayan contando lo que sucede.
Ambientada en los EEUU y centrada tras el crack del 29, Las
uvas de la ira cuenta la historia de la familia Joad, que se ve obligada a
emigrar del Este de los EEUU hasta California en busca de trabajo y hogar
después de que el Banco se quedara con sus tierras.
En la novela se pueden distinguir dos partes, una primera en
la que se narra el largo viaje en camión y otra donde se cuentan las aventuras de
la familia en California. Y entre los capítulos que nos explican todo esto,
Steinbeck introduce una serie de capítulos cortos narrados casi como una crónica,
en los que nos muestra lo difícil que fueron aquellos años.
Con una temática terriblemente actual que te hace reflexionar de lo que sucede ahora y un final abierto a interpretación del lector, Steinbeck nos sumerje en una realidad dura pero con unos toques de ternura personificados en el papel de Rose of Sharon, la hija mayor, que dejan una puerta abierta a la esperanza.
En definitiva, es un libro de fácil lectura a pesar del tema que trata que todo el mundo debería leer.
Lo lei hace un tiempo y me gustó, al principio me costó un poco adentrarme en la historia pero luego disfruté mucho con la lectura
ResponderEliminarReconozco que no soy gran amante de este tipo de literatura ubicada en la época de depresión y miseria, no sabría decir el motivo pero leer estas historias me produce desazón, no obstante este libro me gustó muchísimo y es que el autor escribe con una maestría increible. También me gustó muchísimo la película.
ResponderEliminarBesos